Conversar Para Aprender

Hablar y responder a su pequeño con amor y atención construye su cerebro. No se trata de la cantidad de palabras que escuchan. Lo que más importa es la calidad de la conversación. Los bebés y niños pequeños aprenden de tener interacciones fluidas de ida y vuelta: tú hablas, yo respondo.

Los bebés no pueden responder con palabras, pero eso no significa que no sean parte de la conversación. El contacto visual, las expresiones faciales, el llanto, las sonrisas y el tacto son formas en que su hijo se comunica con usted. Todas son invitaciones para que escuche y responda de una manera que sea relevante y mantenga la conversación en marcha.

Incluso un poco de conversación a lo largo del día hace una gran diferencia. Ayuda a su hijo a desarrollar el vocabulario y las habilidades lingüísticas que necesitará para ser buenos lectores y tener éxito en la escuela. La investigación muestra que lo bien que lee un niño al final del tercer grado a menudo predice si se graduará de la escuela secundaria.

Haga de Conversar Para Aprender parte de su rutina diaria y hable en el idioma con el que se sienta más cómodo. Haga preguntas, introduzca palabras nuevas e inusuales y use un tono cariñoso y afectuoso.

Aquí esta cómo.

1. Describa

   Describa lo que usted esta haciendo, donde se encuentra o lo que ve.
   
   
   

2. Pregunte

   Haga preguntas abiertas (¿quién?, ¿qué?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿por qué?), incluso si su hijo no puede responder con palabras.
   
   
   

3. Responda

   Asegúrese de escuchar y responder a su hijo. Enfatice las conversaciones interactivas y receptivas en las actividades cotidianas reaccionando a lo que hace o dice su hijo.
   
   
   

4. Lea

   Una forma sencilla de introducir palabras nuevas e inusuales y desarrollar vocabulario es contar historias y leer libros.
   
   
   

5. Repita

   Repita las palabras o repita lo que dice su hijo y muestre interés.